domingo, 11 de diciembre de 2011

EL QUE CALLA OTORGA.

Esta expresión la analizo desde dos puntos de vistas. El primero, cuando se conoce un juicio de cualquier materia, sí el inculpado no se defiende puede ser condenado o sí no asiste a jucio se condena en contumacia, siempre y cuando se haga el debido proceso, ahí podría tener validez esta expresión. Ahora bien, el segundo punto, cuando inmoralmente una persona es difamada y acusada sistemáticamente, puede lavar su honor de multiples formas, si lo deseas. Pero sí calla ante sus acusadores, no quiere decir que lo que dicen ellos sea verdad. El inculpado es dueño de lo que dice y esclavo de lo que calla. En ambos casos, los acusadores deben tener pruebas y el inculpado es culpable, cuando pierde su presunción de inocencia, al ser condenado por un juicio de fondo, donde se emite una sentencia, que el inculapdo no apela y las acusaciones adquieran la autoridad de las cosas irrevocablemente juzgada. En ese sentido, si las acusaciones son infundadas, el que calla imita a JESUCRISTO cuando fue acusado ante el Procurador Romano Poncio Pilato.

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